Accidentes laborales por uso incorrecto o falta de uso de EPIs

Los equipos de protección individual o EPIs están destinados a garantizar la seguridad de los trabajadores ante posibles riesgos sobre su salud. 

El uso incorrecto de los EPIs, así como la ausencia de estos, expone al trabajador ante situaciones de riesgo que pueden afectar a su integridad física.



La Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de prevención de Riesgos Laborales (LPRL), establece unas medidas que persiguen evitar accidentes en el ámbito profesional y velan por la salud de los trabajadores. 

Los principios generales recogidos en la LPRL son:

  • La prevención de los riesgos profesionales. 
  • La eliminación o disminución de los riesgos derivados del trabajo. 
  • La información, la consulta, la participación y la formación de los trabajadores en materia preventiva. 

El art.14 de la LPRL expone que los trabajadores tienen derecho a una protección eficaz en materia de seguridad y salud en el trabajo. 

Pero, ¿quién es el responsable de garantizar la seguridad en el ámbito laboral? El art. 17 de la LPRL afirma que es el empresario quien tiene la obligación de proporcionar a los trabajadores los equipos de protección adecuados para el desempeño de sus funciones, siempre que un riesgo no se pueda evitar o limitar suficientemente.

La importancia de utilizar EPIs en el ámbito laboral 


Los equipos de protección individual deben ser llevados y/o sujetados por los trabajadores con el fin de protegerlos frente a situaciones de riesgo. Deben utilizarse de forma adecuada, además de reunir los requisitos necesarios para garantizar su seguridad. 

El Real Decreto 773/1997 recoge las condiciones que deben cumplir los EPIs, su elección, según el tipo de trabajo a realizar, y el mantenimiento, entre otros. 

Con el fin de proteger de forma óptima la integridad física de los profesionales es necesario elegir correctamente el equipo de protección individual que convenga en cada situación laboral. 



Existen distintos tipos de EPIs:

  • Protección vía respiratoria: máscaras, mascarillas, filtros, etc.
  • Protección facial y ocular: gafas protectoras y pantallas faciales.
  • Protección de la cabeza: cascos de seguridad.
  • Vestuario y guantes de protección: incluye ropa de alta visibilidad o reflectante.
  • Protección auditiva: protectores para los oídos.
  • Protección de pies y piernas: calzado de uso profesional.
  • Protección contra caídas de altura: sistemas anticaídas, dispositivos de anclaje y todo lo relativo a la seguridad en trabajos verticales.

Además de elegir correctamente el tipo de EPI que necesita el trabajador, según la actividad que desarrolle, es de vital importancia que este conozca cómo debe utilizarlo
El empresario también será, en este caso, el responsable de informar y formar a sus empleados, tal y como recoge el Real Decreto 773/1997:
 
  • Deberá informar de los riesgos contra los que protegen los EPI, así como de las actividades en las que son necesarios, con instrucciones sobre su utilización, y mantenerlos de forma correcta.
  • Deberá garantizar la formación con sesiones de entrenamiento para la utilización de los EPI.

Por otro lado, los trabajadores también tienen obligaciones; deberán utilizar y cuidar correctamente los equipos de protección individual, colocarlos después de su utilización en los lugares habilitados e informar de cualquier anomalía o fallo que hayan podido observar durante la jornada laboral. 

Por lo tanto, las empresas han de seguir estas premisas y deben valorar la importancia de utilizar correctamente los equipos de protección individual, además de velar por un mantenimiento óptimo de los EPIs, con el fin de que los profesionales puedan efectuar su trabajo de forma segura y evitar riesgos y posibles accidentes laborales



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Publicado por Dany
el 25/09/2021 a las 09:20

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